Detenidos por la Policía y llevados a Santa Ros de Osos cinco campesinos de San Andrés de Cuerquia que protestaban por incumplimiento de acuerdos con EPM.

Detenidos por la Policía y llevados a Santa Ros de Osos cinco campesinos de San Andrés de Cuerquia que protestaban por incumplimiento de acuerdos con EPM.


Comunicado publico

Movimiento Ríos Vivos Antioquia

Detenidos por la Policía y llevados a Santa Ros de Osos cinco campesinos de San Andrés de Cuerquia que protestaban por incumplimiento de acuerdos con EPM.

Cátedra de resolución de conflictos basados en la represión – Hidroituango-

Los campesinos por los cuales se encuentra preocupada la comunidad cuerqueña son: Dairo Ossa, Juan Carlos Correa García, Alex Zapata, Antonio Mazo David y otro dueño de predios.

Desde el mes de febrero de 2013 dueños de predios del municipio de San Andrés de Cuerquia afectados de distintas maneras por la construcción del proyecto Hidroituango, cansados de que sus reclamaciones por daños a cultivos, por daños a sus tierras, por pagos injustos y atrasados, por las mentira e incumplimientos por parte de EPM, deciden realizar una protesta que buscó respuestas a sus problemáticas en el sector conocido como Cañaduzales jurisdicción del mismo municipio. EPM en compañía del alcalde municipal firmaron un acta en la que se comprometían en resolver dichos problemas para el 16 de abril, en vista de que esto no ocurrió los propietarios nuevamente salen a las vías el día 22 de abril a exigir el cumplimiento de los acuerdos, con la certeza de que entre los mismos estaba la palabra empeñada del Alcalde de San Andrés de Cuerquia del permiso respectivo para adelantar la movilización.

Los afectados insistieron en preguntar por los avances a la empresa, funcionarios de EPM expresaron que estaban en ese trabajo pero no resolvieron las inquietudes, visitas del Consorcio, de Interventoria de las obras a tomar fotos a los manifestantes, no se hicieron esperar. Al día siguiente 23 de abril, aproximadamente a las 9:00 a.m. son subidos a una camioneta de la Policía Nacional, más de 20 personas fueron testigos del hecho, y en ningún momento se les explicaron los motivos por los cuales eran retenidos.

Hoy 24 de abril de 2013 a las 2:00 p.m. inicio la audiencia de legalización de capturas. El Cargo obstaculizar la vía pública. Los Abogados de oficio se encargan de la defensa, mientras sus familias los esperan al igual que siguen esperando una solución a los problemas generados con la construcción de Hidroituango.

Aunque estas comunidades no pertenecen hoy al Movimiento Ríos Vivos como defensores de Derechos Humanos, hacemos un llamado a las autoridades nacionales y departamentales para que se respeten los derechos de todos los afectados, el debido proceso y los derechos de los capturados, además rechazamos que esta sea la forma como se está buscando solucionar los conflictos en la zona de impacto del megaproyecto.  Insistimos en que el camino es el dialogo y sobre todo el cumplimiento de los compromisos para no arrinconar y presionar a las comunidades a este tipo de manifestaciones.

Afirmamos que ninguna de las personas que protesta lo hace sin razón alguna, las comunidades de la zona, campesinos humildes no hayan solución ante los oídos sordos de una obra que impone su poder dominante en la zona.  Es por eso que estuvieron durante varios días dos familias también de este municipio, pernotando en las instalaciones de la Oficina de Atención, se han sellado simbólicamente la mayoría de estas oficinas por no responder a las múltiples quejas y reclamos, son innumerables ya las marchas y demás expresiones de inconformidad.

Ante la absoluta tranquilidad de Juan Esteban Calle gerente de EPM expresada el día de ayer, crece la incertidumbre mientras se adelanta un proyecto que está generando desarraigo en una zona victimizada por el conflicto armado.

Hacemos un llamado público a todos los pobladores afectados por el megaproyecto al respeto de las opciones que nos da la Constitución y las leyes, instamos al ejercicio de la protesta pacífica, la organización social y demás formas de participación como la única vía que permite la defensa de los derechos.

San Andrés de Cuerquia, Antioquia.  24 de abril de 2013.

Solicitud suspensión Licencia Ambiental a Hidroituango hasta tanto no se restituyan derechos de las comunidades


Abril 30 de 2013

Doctor
JUAN MANUEL SANTOS
Presidente de la República de Colombia

Doctor
JUAN GABRIEL URIBE
Ministro de Ambiente Y Desarrollo Sostenible

Doctora
LUZ HELENA SARMIENTO
Directora Agencia Nacional de Licencias Ambientales – ANLA
Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible

Doctor
JORGE ARMANDO OTÁLORA GÓMEZ
Defensor del Pueblo
República de Colombia

DOCTORA
SANDRA MORELLI RICO
Contralora General de la República de Colombia

DOCTOR
ALEJANDRO ORDOÑEZ
Procurador General de la Nación

DOCTOR
EDUARDO MONTEALEGRE
Fiscal General de la Nación

ASUNTO: DERECHO DE PETICIÓN SUSPENSIÓN HIDROITUANGO.

Reciban un cordial y respetuoso saludo.
Los abajo firmantes nos dirigimos a ustedes preocupados por las problemáticas sociales, culturales, ambientales y económicas generadas por la construcción de la represa Hidroituango en el Norte de Antioquia, Colombia.
Nos preocupa la situación que han enfrentado cientos de campesinos provenientes de los municipios del área de influencia del proyecto, pues tenemos conocimiento que iniciaron una movilización pacífica desde el día 10 de marzo, y que por cuestiones de seguridad tuvieron que marchar desde sus lugares de origen hasta Medellín, donde han permanecido por varias semanas intentando entablar un canal de diálogo propositivo con la empresa constructora del proyecto EPM y el gobernador Sergio Fajardo.
Ante esta situación, rechazamos el hecho que las comunidades se vean obligadas a enfrentar crisis humanitarias para ser escuchadas y lograr que sus derechos les sean reconocidos. Este tipo de situaciones no deben tener lugar en un Estado Social de Derecho y en un departamento cuyo plan de desarrollo resalta el diálogo como único camino para construir una nueva sociedad justa e igualitaria.
Ante esta situación, instamos a la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales a suspender la LICENCIA AMBIENTAL DEL PROYECTO HIDROITUANGO hasta tanto se restituyan las actividades productivas de todos los afectados por el proyecto según lo demanda la Licencia Ambiental, hasta tanto todos los afectados tengan conocimiento suficiente de lo que implica la represa para sus proyectos de vida pues en el norte y occidente de Antioquia el grado de analfabetismo es alto, exigimos se revise minuciosamente la Licencia Ambiental del proyecto Hidroituango a la luz de las problemáticas expresadas por las comunidades y se haga público un informe sobre el cumplimiento de la misma en un término no mayor a dos meses. Solicitamos se archive esta comunicación y sus respuestas en el expediente 2233 correspondiente al proyecto Hidroituango.
Es necesaria una explicación sobre los argumentos y estudios por medio de los cuales se procedió por parte del Ministerio de Ambiente a no exigir a Hidroituango la presentación de un Diagnostico Ambiental de Alternativas para el proyecto Hidroituango.
Instamos a la DEFENSORÍA DEL PUEBLO y demás entes de control para que hagan un seguimiento exhaustivo sobre la situación derechos humanos en la zona de influencia del proyecto, y a velar porque a las comunidades afectadas se les garantice sus derechos a la libre movilidad, libre asociación, reunión, trabajo, ambiente sano, buen nombre, protesta pacífica, entre otros. Solicitamos se haga seguimiento al cumplimiento de la Licencia Ambiental del Proyecto y se haga público un informe al término de dos meses de elevada esta solicitud.
Instamos al GOBIERNO NACIONAL a abrir espacios de reflexión en torno a la política minero energética del país, pues miles de comunidades  están siendo expuestas a perder sus formas de subsistencia, así como su identidad y cultura; por eso, exigimos una informe sobre las maneras mediante las cuales se darán garantías para la protección de los derechos de los afectados en los territorios donde se adelantan proyectos minero energéticos de gran envergadura, como es el caso de Hidroituango.
Hasta tanto no se den garantía de protección a los derechos Civiles, Políticos y DESCA de todas y todos los afectados por Hidroituango este proyecto no debe continuar, además, es necesario garantizar que la vida e integridad física de los habitantes no está en riesgo con el avance del mismo dados los pronunciamientos de grupos al margen de la ley en contra de la Hidroeléctrica dejando en medio a la comunidad afectada que ya ha empezado a desplazarse hacia la ciudad por la proliferación de minas antipersona en la región norte y occidente del departamento.  En este sentido se requiere con Urgencia una ruta de exigencia de derechos para las comunidades afectadas con relación a Hidroituango en medio del conflicto social y armado que se agudiza en la zona.
Hidroituango no debe construirse en las condiciones actuales, exigimos como ciudadanos y observadores internacionales, la acción inmediata de todos los entes de control como la Contraloría, Procuraduría, Defensoría, fiscalía y organizaciones de derechos humanos para garantizar que el proyecto Hidroeléctrico más grande del país, no se construya sobre la desgracia del éxodo, el señalamiento y la persecución de las comunidades afectadas por esta obra.
Agradecemos nos envíen respuesta de esta comunicación a cada uno de los correos electrónicos consignados junto a nuestra firma, conforme lo dicta la Constitución Política Colombiana en su artículo 23 donde se consagra nuestro derecho a presentar peticiones respetuosas a las autoridades por motivos de interés general o particular y a obtener pronta resolución.

Agradecemos su atención prestada,

Atentamente,



Firmas Derechos de petición Solicitud de suspensión Licencia Proyecto Hidroituango hasta tanto se garantices los derechos de los afectados

Envíanos los siguientes datos a debatehidroituango@gmail.com: Nombres y apellidos, cédula, correo electrónico, institución, organización y oficio

Marcha de afectados por Hidroituango en Medellin 17 de abril de 2013

Marcha con nosotros el miércoles 17 de abril de 2013
Hora: 10 a.m.
Lugar: Universidad de Antioquia

¡Arribaaaaa lo mio, queremos el río!

Campesinos y estudiantes Unidos por las luchas ambientales

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=B35anS1SGVE



"La caridad es humillante porque se ejerce verticalmente y desde arriba, la solidaridad es horizontal e implica respeto mutuo" Eduardo Galeano

Sin escuchar a las comunidades se realiza actualmente Visita de campo del ANLA- Ministerio de Medio Ambiente y Corantioquia a sitio de obras de construcción Hidroituango


Medellín, 13 de abril de 2013

Señores y señoras:
Agencia Nacional de Licencias Ambientales
Corantioquia

Cordial saludo.

Asunto: Visita de campo del ANLA- Ministerio de Medio Ambiente y Corantioquia a sitio de obras de construcción Hidroituango

El Movimiento Ríos Vivos tiene conocimiento de la llegada el día de ayer a la zona de construcción de la Hidroelectrica Ituango o Hidroituango, funcionarios de la ANLA y Corantioquia.  Las comunidades afectadas que tienen reclamos sociales y ambientales no han podido acceder a ellos para realizar las respectivas quejas pues se encuentran en los campamentos de Ticuita, una reja y vigilancia impiden que las personas transiten por esta zona. 

Además, muchos se encuentran desplazados en Medellín pues se les impidió el Ejercicio de varios derechos como son: A la protesta, a la libertad de reunión y de asociación para defender y reclamar por sus derechos, impedimento ocasionado por la represión, estigmatización, judicialización y señalamientos a los que han sido sometidas las comunidades y personas afectadas e inconformes con el desarrollo del megaproyecto.

Por lo anterior solicitamos ante tan importante visita:

1.    Se soliciten los registros de toma de agua de quebradas y ríos de la zona, y sus respectivos permisos. Se verifiquen los mismos, por medio de preguntas a las comunidades, además con registro visual, obvio, en otros momentos en los cuales no estén alertados.
Las comunidades tienen conocimiento de que se está tomando agua del Río Ituango (entre otras quebradas), con una motobomba sin que para ello medie permiso alguno.

2.    Se visiten a las comunidades afectadas por la construcción de la vía sustitutiva margen derecha y la ampliación de la vía desde San Andrés hasta el puente Pescadero y se consulten sobre las afectaciones sociales y ambientales, específicamente la contaminación de aguas, la tala de árboles, la contaminación auditiva, los daños a caminos veredales, los daños a cultivos, los daños a viviendas, entre otros muchos impactos. Favor informarnos para que este dispuestas a organizar una comisión de ciudadanos y ciudadanas dispuestos a acompañar el recorrido de verificación.
3.    La Comisión debe dirigirse a las instalaciones de la Universidad de Antioquia y escuchar a las comunidades que allí se encuentran concentradas, sus afectaciones y preocupaciones deben ser atendidas, antes de regresar a Bogotá.


Movimiento Ríos Vivos, Antioquia.

C.C. Empresas Públicas de Medellín EPM, Gobernación de Antioquia.

EL BAREQUEO COMO PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL


SOLICITUD DE INCLUSIÓN DEL BAREQUEO EN EL ESPACIO CULTURAL  DEL CAÑON DEL RÍO CAUCA EN LA LISTA REPRESENTATIVA DE PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL DE LA NACION PRESENTADA POR LAS COMUNIDADES DE BAREQUEROS DEL CAÑÓN DEL RÍO CAUCA, DEPARTAMENTO DE ANTIOQUIA.

Las comunidades del cañón del río Cauca en el departamento de Antioquia, acogiéndonos al Artículo 70 de la Constitución Nacional; los artículos 4 y 13 de la Ley 397 de 1997; la Ley 1037 de 2006 y la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO de 2003; la Ley 1185 de 2008; el Decreto 2941 de 2009 y la Resolución Número 0330 de 2010, que definen y amparan el patrimonio cultural de los colombianos, postulamos “EL BAREQUEO EN EL ESPACIO CULTURAL DEL CAÑÓN DEL RÍO CAUCA” para que sea incluido en la Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial del departamento de Antioquia, pues reúne las condiciones que definen las manifestaciones culturales como patrimonio cultural inmaterial de comunidades y grupos sociales que integran la nación multiétnica y pluricultural de Colombia.

1.     Descripción de la manifestación: el barequeo en el espacio cultural del cañón del Cauca, en el departamento de Antioquia

El barequeo que las comunidades del cañón del río Cauca utilizamos para lavar el oro en los ríos Cauca y San Andrés y en varias quebradas, es una técnica para extraer oro con herramientas artesanales. Consiste en sacar la tierra con oro de las terrazas, de las playas o de los lechos, y lavarla con agua hasta separar el oro de los minerales con los que se encuentra. La separación final, la hacemos utilizando el zumo de hojas, tallos y frutos de plantas como el Cedro playero, el Piñón de oreja, el Achí, el Yomato y la Chumbimba. Además de los conocimientos tradicionales para lavar el oro y hacer las herramientas que utilizamos, las comunidades de barequeros tenemos formas de relacionarnos entre unas y otras particulares al cañón, costumbres y tradiciones orales propias, formas de curación basadas en el uso de raíces y plantas; comidas tradicionales, fiestas religiosas y recreativas propias, y un territorio ancestral en el que transcurre nuestra vida, donde nacemos, vivimos y morimos y en el que el río Cauca es nuestro principal referente para reconocerlo. Todos estos son los principales campos en los que se manifiestan nuestras costumbres y tradiciones; el barequeo nos distingue frente a otras comunidades del campo y de la ciudad que viven de otras actividades; marca nuestro modo de ser, nuestra manera de ver, entender el mundo y relacionarnos con todo lo que hay en él. Nuestra vida y nuestra cultura se desarrollan alrededor del río y del barequeo.

2.     Ubicación y proyección geográfica: el espacio social del cañón del Cauca

 En el cañón del Cauca, en el departamento de Antioquia, los barequeros vivimos en comunidades compuestas por familias emparentadas de unas 150 a 500 personas, descendientes de antepasados comunes reconocidos por línea materna o paterna, de los que heredamos las tierras donde vivimos. Algunos de los títulos de las tierras vienen del siglo XIX cuando se disolvieron los resguardos indígenas de Nuestra Señora de Sopetrán, San Antonio de Buriticá y San Pedro de Sabanalarga, y la tierra fue repartida entre las familias que los conformaban. Algunas de las comunidades de barequeros del cañón tenemos “comunes”, pedazos de tierra donde están las casas y comparten las familias para cultivar, para pastar los animales y coger leña.
Los barequeros habitamos en llanos del río Cauca y de sus principales afluentes el río Ituango, Espíritu Santo y San Andrés, y en las laderas y filos de las cordilleras Central y Occidental, en zonas rurales y urbanas de los municipios de Santafé de Antioquia, Olaya, Liborina, Buriticá, Peque, Ituango, Sabanalarga, Toledo, San Andrés de Cuerquia, Yarumal, Briceño y Puerto Valdivia. En Puerto Valdivia somos barequeras las comunidades de las veredas La Guamera, San Jacinto, El Barro, Las Cuevas, El Limón, Palogacho, La Mina, La Honda, Mojacabezas, Umagá, El Cordoncillal, El Pescado, El Pescaíto y La Rodríguez. En Ituango las comunidades de las veredas de Orgamí Alto y Orgamí bajo, El Aro, Filadelfia, La Rica, Sevilla, Las Agüitas, la Honda, El torrente, Mote, Cortaderal, Pascutiá, Guacharaquero, Pená y la Loma. En Briceño las veredas de Chirí, Orejón La Calera, La América, La Mina, Cucurucho, El Roblal, Palmichal, El Hoyo, Gurimán, Palestina, Rodríguez, El Gurrí, El Turco, La Cristalina, Las Auras, Travesías, Pueblo Nuevo, Chispero, Cresín y el Respaldo. En Toledo, las veredas El Cántaro, Las Margaritas, Taque, Helechales, la Isleta, La Mata de Rosa, Guayabal, El Moral, Paloblanco, Brugo, La Cascarela, La Florida, Barrancas, Miraflores y el Valle. En San Andrés de Cuerquia las veredas Alto Seco, Guayabal, Loma Grande, Travesías, El Morro, El Vergel, La Cordillera, El Cántaro, Santa Gertrudis, La Chorrera. En Yarumal, las veredas Ochalí, la loma de Ochalí y El Llano de Ochalí. En Peque, las veredas de Barbacoas, El Valle de Renegado, Lomitas, Boca de Peque y Montañitas. En Buriticá las veredas de Mogotes, Angelina Carauquia, Palenque, y Buenavista. En Sabanalarga Orobajo, Remartín, La Aurora, Nohavá, Membrillal, San Pedro, El Clavel, Tesorerito, Malpaso, Junquito Alto, el Clavel, San Cristobal Pená, El Madero, El Encanto y El Junco; La Honda y Rodas en Liborina; La Noque, La Cimarrona, Las Brisas y San Antonio en Santafé de Antioquia. Además hay comunidades de barequeros en las cabeceras de los municipios.
En el cañón del Cauca, a los barequeros que vivimos en tierra caliente, cerca del Cauca también nos llaman “cañoneros”,; nos distinguimos de los “montañeros” que viven en tierra fría en las partes altas de las montañas, en el tiempo que dedicamos al barequeo; mientras que los cañoneros sacamos oro todo el año porque no tenemos tierra para cultivar, los montañeros tenemos algunas parcelas en las que cultivamos café, maíz, plátano, yuca y algunas hortalizas y legumbres de pan coger, y sólo bajamos al río a pescar y a barequear en la playa por temporadas. Sin embargo, los malos precios del café y los daños y pérdidas de las cosechas, hacen que lo que anteriormente era una ocupación temporal que alternábamos con la agricultura, ahora nos ocupa buena parte del año.

Los cañoneros y los montañeros somos todos conocidos y tenemos relaciones de amistad y vecindad; en muchos casos hay familias con parientes en la montaña y en el cañón. Cuando los montañeros bajamos a barequear muchas veces nos juntamos con familiares, amigos o conocidos del cañón para lavar el oro y al final de la semana partimos lo que conseguimos en partes iguales. También intercambiamos alimentos: los cañoneros nos venden o nos regalan pescado y los montañeros les vendemos y regalamos alimentos que cultivamos. Los comerciantes de los pueblos a quienes les vendemos el oro y les compramos todo lo que necesitamos, también viven del oro que sacamos los barequeros. En el cañón decimos que quien no vive de barequear, vive del oro que sacamos los barequeros.

3.     El barequeo como tradición

 El barequeo lo heredamos de nuestros antepasados, que se remontan a los indígenas que vivieron desde antes que vinieran los españoles. Los antropólogos, dicen que desde hace más de dos mil años los indígenas ya habían desarrollado los conocimientos y las técnicas para encontrar y separar el oro que encontraban en ríos y en vetas. Según nos decían los mayores, no solo fueron ellos los primeros que sacaron el oro, sino que también lo hicieron para los españoles, y les enseñaron cómo hacerlo a los esclavos de África que trajeron para trabajar en las minas. Fue así como se trasmitieron los conocimientos de indígenas a españoles y a esclavos, y desde entonces han pasado de generación en generación hasta nosotros; de todos ellos, de indígenas, españoles y africanos y sus descendientes que vivieron del barequeo en estas mismas tierras, heredamos lo que somos, sabemos y hacemos. Las lomas en las que vivimos, los llanos y las playas del Cauca y las quebradas en las que barequeamos, están llenos de huellas de los trabajos que hicieron y nos recuerdan que como nosotros, también fueron barequeros. Muchas de estas huellas, como los socavones y las acequias de Buriticá, los pedreros y vallados que hicieron los indios y los antiguos para sacar el oro, así como las tumbas y patios de indios son destruidos por la minería mecanizada que se práctica en el cañón. Así se acaban las huellas de nuestros antepasados que nos recuerdan que las muchas generaciones de barequeros que han habitado nuestro territorio.

4.     El aprendizaje del barequeo

 Nuestra historia, así como nuestros conocimientos, creencias, costumbres, y experiencias como barequeros, no las trasmitimos por libros sino directamente de unos a otros, entre personas de distintas generaciones. El barequeo lo aprendemos desde pequeños cuando la mamá, el papá, parientes o amigos van a trabajar al río y nos llevan a acompañarlos; aprendemos jugando y ensayando a hacer lo que hacen los grandes, hasta que un día ya sabemos lo que necesitamos para lavar el oro solos, y entonces cada quien consigue batea y molino propios; desde que tenemos unos diez a doce años la mayoría ya sabemos sostenernos con el oro que sacamos.

Yendo al río desde niños, aprendemos a conocer todas las playas y llanos en los que hay oro; en dónde se puede barequear y en dónde no; cuáles son los mejores puntos; en qué capa y a que profundidad está el oro; cuándo son los buenos y los malos tiempos para barequear; aprendemos a reconocer los árboles de los que sacamos las hojas, la corteza o los frutos para separar el oro más menudo. Pero trabajando en el río también aprendemos historias sobre los antiguos; sobre los lugares donde se encuentran las huellas de sus trabajos; las cuevas en donde enterraron o perdieron el oro; los caminos por donde lo transportaban, y las acequias que hicieron para llevar el agua hasta las minas. Barequeando conocemos historias sobre seres que protegen el oro, y según los mayores, son sus verdaderos dueños; viven en el río y en las quebradas, en las montañas, en las cuevas y en las cañadas, en los remansos, en las chorramentas y en las peñoleras; conocemos de historias - vividas por mujeres y hombres barequeros- con la madre del agua, la sirena, el abismo, los duendes, con María del Pardo y María Centeno, con espantos y encantos que aparecen en muchos lugares de nuestro territorio; barequeando nos enteramos de historias que les han ocurrido a muchas personas cuando lavan el oro; son historias que nos enseñan que un barequero no puede ser ambicioso, ni envidioso; que el oro no es para hacerse rico ni para derrocharlo sino para tener con qué vivir.

Muchas historias también se refieren a sucesos de violencia que nos han afectado desde los tiempos antiguos hasta hoy; son sucesos que han marcado los lugares donde ocurrieron, y esos lugares marcados para recordarnos lo que ocurrió. Por eso en la tierra y en los lugares que habitamos está también nuestra historia.

5.     El tiempo del barequeo

La vida de los cañoneros está organizada para sacar oro de los ríos y quebradas todo el año, pero sabemos que hay tiempos buenos y malos para barequear. Los tiempos buenos son los meses de verano entre enero y marzo, y entre julio y septiembre, cuando las lluvias disminuyen y el nivel del río baja dejando descubiertas las playas. Es cuando las playas se vuelven como un pueblo con la cantidad de ranchos de los cañoneros que vamos a barequear y de los montañeros que por no tener cosechas en esos meses bajan a barequear con los amigos o familiares del cañón; es el tiempo en que además del oro, hay cosechas de aguacate, anón, mango y frutas, y  el pescado abunda por lo que hay comida para todos y queda para vender en los pueblos o en las  veredas de la montaña. Para nosotros los meses de verano son los meses de abundancia; cuando hay bailes casi todos los días y hacemos nuevas amistades o reforzamos las que tenemos. En febrero, al final del verano, los que tenemos parcelas para cultivar, rozamos la maleza y con las primeras lluvias de marzo las quemamos para preparar la tierra para sembrar maíz y fríjol.
 Los meses de invierno, entre octubre y diciembre y entre marzo y junio, son los malos tiempos para barequear pues los ríos y las quebradas crecen y tapan las playas, y el pescado es escaso; en el invierno el barequeo es más pesado porque tenemos que sacar tierra de las barrancas o del monte y llevarla hasta las orillas para lavarla. En esos meses el oro que se saca es mucho menos, por eso se tiene poco para vivir y hay escasez; es cuando algunos hombres buscan trabajo en la montaña o en los pueblos. 

6.     El espacio del barequeo

 Los cañoneros y montañeros, preferimos las playas a las que podemos ir y volver a nuestras casas el mismo día; pero otras veces lavamos oro en playas más lejanas. Entonces hacemos un rancho en la playa y ahí vivimos mientras estamos trabajando. Ir a barequear en playas lejos de nuestras casas no significa que seamos nómadas y no tengamos un lugar a dónde pertenecemos. Los barequeros nos reconocemos de dónde somos por el nombre de la quebrada o del terreno -un llano, un alto, un filo- y la vereda donde quedan las casas de todos los que formamos una comunidad, y por el río donde acostumbramos a barequear. Así, nosotros nos reconocemos como barequeros del Cauca o del San Andrés, porque las playas de estos ríos, que reconocemos por su nombre, son como nuestra segunda casa: ahí todos crecemos y en ellas cada persona puede vivir durante el tiempo que barequea lejos de su casa sin tener que pedirle permiso a nadie.

7.     Los barequeros no somos mineros

 A los barequeros nos llaman mineros, pero aunque vivimos de sacar el oro, nos distinguimos de ellos porque los mineros son gente que usan máquinas, retroexcavadoras, motobombas y contratan trabajadores para sacar la mayor cantidad de oro y acabar con todo en el menor tiempo posible, mientras que nosotros sólo trabajamos con batea y con molino, y no estamos interesados en sacar todo el oro de una sola vez. A diferencia de los mineros, creemos que el oro no es para el beneficio de unos pocos, sino de todo el que lo necesite para vivir. El oro está en los ríos y en las quebradas que no son de nadie, son de todos, por eso cualquiera tiene derecho a barequear; el Cauca es de todos y como el mejor patrón, nos da el oro cada vez que lo necesitamos; por eso no nos apropiamos de las playas ni de los llanos donde está el oro. La ambición por sacarlo todo a la vez, nos trae consecuencias muy negativas, pues es acabar con el sustento de nuestras familias y las de nuestros hijos en el futuro; es acabar con lo que somos.

El barequeo, a diferencia de la minería es una actividad sostenible que hasta ahora nos ha dado el sustento a muchas generaciones; es sostenible porque creemos que no podemos acabar con los recursos de los que vivimos y de los que podrían vivir nuestros descendientes. Los barequeros no destruimos la naturaleza, no usamos mercurio ni cianuro para separar el oro, sino que lo hacemos con plantas, por lo que no contaminamos el agua ni la tierra con sustancias tóxicas.

Con esta presentación sobre lo que el barequeo representa para las comunidades del cañón del Cauca en nuestras vidas y en nuestra cultura, creemos haber demostrado que se trata de una manifestación que cumple con los criterios de valoración que define el artículo 9 del Decreto 2941 de 2009. Es pertinente porque en el barequeo define nuestro modo de vida y nuedstra cultura reconocidos como patrimonio: producción tradicional, conocimientos. Es representativo de nuestra cultura e identidad; es la base de nuestra vida; es una actividad colectiva porque lo practicamos la mayor parte de las personas que formamos las comunidades del cañón; se transmite de generación en generación como un legado; todos reconocemos el barequeo como parte fundamental de nuestras identidad, nuestra memoria y nuestra historia; es nuestro patrimonio y es una expresión cultural viva.

8.     Estado Actual del barequeo en el cañón del Cauca

 Nuestra solicitud de incluir el barequeo en la LRPCI se origina en las condiciones a la que la mayoría de las comunidades barequeras del cañón nos enfrentamos actualmente, las cuales amenazan de manera definitiva la continuidad del barequeo y en consecuencia nuestra vida y nuestro futuro. Durante siglos, después de que en el siglo XVII los españoles abandonaron las minas de Buriticá y la explotación de las playas y las terrazas del río Cauca y sus afluentes auríferos a lo largo del Cauca, ningún gobierno nacional o departamental se ha ocupado de nuestras condiciones de vida y hemos estado al margen del desarrollo del país, la región se ha convertido en el escenario de grandes desarrollos minero- energéticos que se han convertido en foco de conflictos provocados por la explotación del agua y el oro. Las amenazas están representadas por la minería mecanizada e ilegal y por la construcción del Proyecto Hidroeléctrico Ituango, el que provocará la inundación de todas las playas y llanos del Cauca ubicados entre los municipios de Ituango y Santafé de Antioquia, y cambios en la corriente aguas debajo de la represa por las descargas del embalse.

La minería mecanizada con dragas acaba con las playas y terrazas de donde sacamos el oro, destruye la vegetación a orillas del río y las quebradas donde se encuentran las plantas con las que separamos el oro, acaba con las pocas tierras que sirven para cultivar, y acaba con los caminos por donde vamos a las playas y nos comunicamos entre las veredas. Por el proyecto hidroeléctrico, los cañoneros perderemos nuestro territorio con los ríos y las quebradas que nos dan los dos recursos más importantes para nuestra vida, el oro y el pescado; con la compra de las fincas se nos prohíbe toda actividad en el río, particularmente lavar oro en las playas, con lo que el barequeo y la cultura que hemos heredado de nuestros mayores y mantenido hasta el presente, desaparecerá, y con ella nuestra historia y nuestra identidad. Enfrentamos la incertidumbre de tener que dejar la actividad que ha sido la base de nuestra vida, sin tener ninguna alternativa para seguir en las tierras que hemos habitado por siglos. Esta situación es más angustiosa para nosotros cuando entendemos que nuestra cultura que recoge experiencias, conocimientos y tradiciones construidas y trasmitidas por decenas de generaciones, desaparecerá por causa de un proyecto hidroeléctrico que tendrá una vida útil de unos 40 años, equivalente a menos de dos generaciones. Creemos que ante esta situación, debemos hacer valer nuestra historia para que se reconozcan nuestros derechos ancestrales al territorio que habitamos y al río del cual vivimos.

Con la construcción de un proyecto que nosotros no pedimos ni nos consultaron, estamos siendo testigos de nuestro fin, pues hasta ahora, las empresas dueñas del proyecto no han hecho una evaluación adecuada del impacto del proyecto entre quienes vivimos en el cañón; tampoco hemos sido consultados para saber lo que pensamos de cómo nos afecta, ni hemos sido consultados sobre planes de manejo que tienen pero ya nos prohíben acercarnos al río y construir los ranchos que hacemos mientras barequeamos; con la compra de las grandes fincas en las que arrendábamos parcelas para cultivar, algunas comunidades ya ni siquiera podemos sembrar el maíz, los frijoles y la yuca que antes producíamos para vivir por lo que ahora todo lo tenemos que comprar.

Sabemos que en los estudios de “Impacto Ambiental- Identificación y evaluación de impactos” que sirvieron para solicitar la licencia ambiental, reconocen que tenemos una cultura y un modo de vida particular, y en las secciones 8.3.3.2 y 8.3.3.3 describen los principales impactos. Reconocen que “con el proyecto se compromete la supervivencia de los grupos culturales y sus modelos adaptativos… [y] afecta a una población altamente vulnerable por el nivel de dependencia del territorio minero y la importancia de las relaciones sociales de reciprocidad para su reproducción económica, social y cultural”.

Los siguientes párrafos resumen lo que representa la construcción del proyecto para los cañoneros que habitamos en  aéreas que serán inundadas, y en áreas que quedamos por fuera del embalse:

“Dentro de la componente sociocultural, los impactos ambientales se sintetizan en la crisis adaptativa que resulta de la afectación del sistema de relaciones que las poblaciones establecen con su medio físico, biótico y social, es decir, de la alteración de los mecanismos de orden tecnoeconómico, simbólico y social, que las gentes desarrollan a través del tiempo para adaptarse de forma dinámica a su entorno. Desde esta perspectiva, los efectos se centran directamente en los elementos que definen el sentido de pertenencia e identidad del grupo social: las estrategias adaptativas relacionadas con los mecanismos de subsistencia, producción y reproducción del grupo social; las formas de organización social y política (relaciones sociales, estructura familiar, relaciones de parentesco y vecindad) y los referentes culturales de orden simbólico. Algunas áreas requeridas para la construcción del proyecto hidroeléctrico Ituango, se encuentran habitadas por grupos de población de vocación minera (cañoneros de Orobajo y Barbacoas), para quienes el territorio con su fuerte contenido simbólico, económico y social, y las relaciones sociales, constituyen importantes ejes articuladores de su sistema cultural. Dentro de esta concepción, el Río Cauca en particular constituye el principal referente ordenador y parte integral de la vida de sus habitantes, dado que, además de constituir la más importante fuente de los recursos básicos para la subsistencia (oro, pesca, madera), articula el espacio social constituido por “bodegas” y asentamientos de vertientes” (EIA, sección 8.3.3.2).

“Con la construcción del proyecto hidroeléctrico Ituango, por fuera del vaso de embalse, se afecta el territorio de grupos de población minera y campesina [cañoneros y montañeros], que habitando por fuera de las áreas requeridas para la construcción del proyecto, poseen una concepción cultural del territorio, en la que el Río Cauca también constituye un referente importante, que hace parte de su modelo económico de subsistencia, como en los casos concretos de los pobladores mineros de los asentamientos de Angelina, Mogotes y Carauquia, localizados aguas arriba en el municipio de Liborina, y los campesinos de las vertientes en algunas veredas de los municipios de Sabanalarga, Toledo y Peque (Membrillal, Nohavá, Remartín y El Moral, entre otras). Para los asentamientos de la montaña circunscritos a las “bodegas”, el abandono  involuntario del territorio por parte de la población minera de Orobajo y Barbacoas, significará la ruptura de las relaciones de parentesco, reciprocidad y complementariedad económica, dados los estrechos vínculos existentes con los habitantes de las tierras bajas. Este rompimiento tendrá su máxima expresión con el llenado del embalse, que literalmente cortará las redes de caminos que, cruzando por las bodegas, comunican los asentamientos entre ambas márgenes del río. Adicionalmente, esta actividad producirá la pérdida de los espacios de uso económico [el rio Cauca y algunas quebradas], que constituyen importantes alternativas para complementar los escasos ingresos de los asentamientos de la montaña” (EIA, sección 8.3.3.3).

La seguridad de las consecuencias de la minería mecanizada e ilegal y del proyecto hidroeléctrico sobre nuestras vidas, nos obliga a acudir al Consejo Nacional de Patrimonio para que con base en la legislación nacional reconozca el barequeo como patrimonio Inmaterial de nuestras comunidades y lo incluya en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la nación. Con su reconocimiento esperamos contar con las herramientas para hacer que nuestra historia y nuestras tradiciones como barequeros sean tenidas en cuenta para definir nuestro futuro frente a proyectos como el de Hidroituango y las explotaciones mineras mecanizadas; que se nos reconozca nuestro derecho a vivir del barequeo así como a tener acceso al río Cauca y a los demás ríos y quebradas en donde lo realizamos, y con ello a conservar y fortalecer nuestra cultura, nuestras costumbres y tradiciones propias. Nuestra cultura enriquece la diversidad cultural de Antioquia y del país pero sobre todo es la que garantiza que las miles de personas de los municipios del cañón que vivimos del río y del barequeo podamos hablar de una región y unas comunidades en las que si bien tenemos muchas necesidades, sobre todo en salud y en educación que ningún gobierno nos ha atendido, hasta la llegada del proyecto hidroituango vivíamos felices y tranquilos con lo que teníamos: una vida sin violencia, sin robos, donde nuestra gente moría de causas naturales, salvo en las ocasiones en las que personas ajenas a nuestras veredas y a la región entraba a matar por situaciones en las que nada teníamos que ver. Creemos que ante los impactos sobre nuestro modo de vida, es necesario que EPM y el gobierno departamental, junto con los municipios se comprometan con nosotros a construir nuestro futuro mediante la elaboración del Plan especial de Salvaguardia del barequeo y de nuestra cultura.

Para apoyar nuestra solicitud, adjuntamos las carta de identificación de nuestros representantes, las cartas con los nombres y las firmas de muchas de las personas de nuestras comunidades que respaldan nuestra solicitud, fotografías de las reuniones en las que se discutió colectivamente la solicitud, el video “El Otro Brillo” y copia de los estudios que antropólogos de la Universidad de Antioquia han realizado en el cañón del Cauca y que son testimonio de nuestro modo de vida como barequeros.


COMUNIDADES BAREQUERAS DEL CAÑÓN DEL RÍO CAUCA

DOCUMENTOS ADJUNTOS

·         CONSORCIO INTEGRAL. Estudio de Impacto Ambiental- Identificación y evaluación de impactos Proyecto Hidroeléctrico Ituango Pescadero”.  PDF. http://www.minambiente.gov.co/documentos/f-phi-eia-c08-r0a-impactos-final.pdf

·         MARCELA DUQUE, IVÁN ESPINOSA. Historia y cultura de la población Nutabe en Antioquia. Tesis de grado. Universidad de Antioquia, Departamento de Antropología. 1994.



·         NEYLA CASTILLO ESPITIA. Minería aurífera en el noroeste andino de Colombia: etnografía de la técnica. Universidad de Antioquia. 2002.

·         Video: “El  Otro Brillo: Memorias y Cartografías como instrumentos para la gestión territorial y la autonomía”. Instituto de Estudios Regionales INER, Grupo de Investigación Cultura, Violencia y Territorio. Universidad de Antioquia, CIER. 2008



Mínimos para el retorno de desplazados por Hidrotiuango


Medellín, 11 de abril de 2013


Doctora:
MARIA EUGENIA RAMOS VILLA
Directora
DEPARTAMENTO ADMINISTRATIVO DE PLANEACION


Cordial saludo.

El Movimiento Ríos Vivos agradece sus buenos oficios para la puesta en marcha de propuestas que conlleven a solucionar las problemáticas generadas por la construcción de Hidroituango en un contexto tan complejo como el que genera la agudización del conflicto armado en la zona. 

Cumpliendo con el compromiso establecido el día de hoy en horas de la mañana hacemos llegar a ustedes lo que consideramos los mínimos para un retorno de las más de 300 personas afectadas del proyecto Hidroituango que se desplazaron desde el 17 de marzo de 2013 a la ciudad de Medellín y que se encuentran hoy en el Coliseo de la Universidad de Antioquia.

Mientras se pueden adelantar gestiones sobre los aspectos relativos al retorno, solicitamos de manera inmediata, requerir a las autoridades competentes de la ciudad de Medellín en colaboración con las departamentales para que dispongan de URGENCIA las medidas de atención humanitaria que amerita la situación de riesgo por el desplazamiento de los afectados del Proyecto Hidroituango, luego de las acciones de estigmatización, señalamiento, agresiones y capturas ilegales, así como de aquellas derivadas de forma directa de la ejecución del megaproyecto hidroeléctrico Hidroituango como son los Desalojos Forzosos a los que han sido sometidas muchas de estas personas y aquellas originadas propiamente en la situación de conflicto armado que se presenta en la zona y que coloca en riesgo permanente a la población civil, siempre bajo el entendido de Promover el Retorno como un interés prioritario para el Movimiento.

Garantías para el retorno:

  1. Una acción de reconocimiento público, ampliamente difundida, de la legitimidad de la labor de defensa de los derechos humanos (civiles, políticos y de los DESCA) que realizan las personas afectadas por el proyecto hidroeléctrico Hidroituango agrupados en el Movimiento Ríos Vivos. Ese acto de reconocimiento público deberá ser efectuado por el Gobernador de Antioquia, en su calidad de presidente de la Junta Directiva de la Sociedad Hidroituango S.A. EPS, dueña del proyecto y del Alcalde de Medellín en representación de EPM, entidad ejecutora de las obras.  
  2. Se disponga que tanto las autoridades militares y de policía que tienen mando en los municipios de Toledo, Briceño, San Andrés de Cuerquia, e Ituango cesen los actos de estigmatización y señalamientos a los afectados por el proyecto Hidroituango, que hacen parte del Movimiento Ríos Vivos. Para tal efecto la Gobernación de Antioquia y Empresas Públicas de Medellín deben solicitar al Ministerio de Defensa expedir una directiva en la que se concrete dicho compromiso por parte de los integrantes de la Fuerza Pública, que será entregada al Movimiento Ríos Vivos, señalando la violación de normas constitucionales y legales por tal conducta ilícita y la autoridad competente para investigar esas transgresiones. Lo anterior de conformidad con la Directiva No. 12 de 2010 expedida por la Procuraduría General de la Nación, Y la Directiva Presidencial No.07 de 1999.
3.      Convocar a una sesión del Comité de Orden Público por parte del Gobernador de Antioquia con la participación de los Comandantes de la VII División del Ejército, IV Brigada del Ejército, de la Policía Antioquia y de la Regional Seis de la Policía, de conformidad con lo preceptuado en el artículo 11 del decreto 2615 de 2011 y artículo 9 del decreto 2093 de 2003 en concordancia con los artículos 93 y 94 de la Carta Política, con quienes se buscará un compromiso para que cesen los señalamientos y la estigmatización sobre el Movimiento Ríos Vivos que reúne a los afectados por el proyecto, así mismo el compromiso para que los integrantes de la FFPP excluyan de sus lugares de campamento las escuelas, los centros comunitarios y las zonas cercanas a las viviendas de la población civil. Posterior a la misma debe ser enviada el acta de dicha sesión al Movimiento Ríos Vivos.
4.      Averiguar con las autoridades judiciales sobre si éstas han dado inicio a indagaciones preliminares en contra de afectados del proyecto hidroeléctrico Hidroituango que hayan ejercido el derecho a la movilización y si han ordenado dentro del programa metodológico la toma de fotografías, los registros en video y de documentos a dichas personas, entre otros actos de indagación. Además si han sido puestos a disposición de alguna autoridad judicial las tomas fotográficas y videos realizados por la SIJIN a las asambleas, marchas y concentraciones  de los afectados realizadas desde el año 2010.
5.      Fijar las fechas para la celebración de reuniones con sus respectivos temas a profundizar, enmarcados en la necesidad del abordaje y solución de las problemáticas generadas por el proyecto Hidroituango para continuar el proceso de interlocución con la Gobernación de Antioquia, EPM y el Movimiento Ríos Vivos.
6.      A raíz de las dificultades que se están presentando al derecho a la circulación de los campesinos y sus medios de transporte en áreas de construcción del proyecto, aceptadas por el Dr. Jorge Mario Pérez, en la reunión del día de hoy, se precisa una aclaración  mediante un documento difundido públicamente,  de las medidas restrictivas de la movilidad, sus razones y los mecanismos mediante los cuales se espera superar dichas restricciones, en perspectiva de brindarle a la población mejores condiciones de vida en el sitio donde habitan. Así mismo, identificar claramente los funcionarios que limitan la circulación y quienes son los responsables de superar los inconvenientes que genera dicha situación. 

Académicos discuten respecto al manejo que Sergio Fajardo viene dando al conflicto socioambiental que ha generado la construcción de la hidroeléctrica HIDROITUANGO

http://defensaterritorios.wordpress.com/2013/04/09/98-academicos-cuestionan-a-fajardo-por-conflicto-social-de-hidroituango-en-antioquia/


Académicos discuten respecto al manejo que Sergio Fajardo viene dando al conflicto socioambiental que ha generado la construcción de la hidroeléctrica HIDROITUANGO

Señor
SERGIO FAJARDO VALDERRAMA
Gobernador de Antioquia
Respetado señor Gobernador:
El pasado 14 de marzo la periodista María Teresa Ronderos dedicó su columna del diario El Espectador a reseñar el libro Adiós Río, escrito por César Rodríguez Garavito y Natalia Orduz Salinas, investigadores del centro de estudios DeJusticia, en el que se narran los pormenores de la lucha política y jurídica emprendida por la comunidad embera que fue afectada por la construcción de la hidroeléctrica de Urrá, al sur del departamento de Córdoba en limites con Antioquia[1].
Como bien lo señala la columnista, investigaciones de este tipo son necesarias para que nuestra sociedad revise la manera en que se dota de contenido a nociones como el “interés general” y el “bien común” y cómo en nombre de ellas se impone una cierta visión del desarrollo, materializada en megaproyectos que dejan una honda huella en las vidas de las personas que habitan los territorios en donde tales proyectos se ejecutan.  El balance ambiental, económico y social que deja el proyecto Urrá I, quince años después de concluida su construcción, lleva a cuestionar muy seriamente que aquello que llamamos “interés general” coincidiera realmente con el interés por obtener nuevas fuentes de energía eléctrica o si acaso aquél estaba mejor representado por las voces que alertaban sobre las funestas consecuencias de represar el río.
Pero además, lo que nos muestra la investigación de César Rodríguez y Natalia Orduz sobre el caso Urrá es cómo en nuestro país las poblaciones locales que reciben directamente las cargas derivadas de la ejecución de estos megaproyectos, han sido también las encargadas de abrir el debate público sobre los impactos sociales, ambientales y económicos derivados de la construcción de represas y sobre la manera equitativa de prevenir, mitigar y compensar tales impactos, en los casos en que este tipo de proyectos deciden llevarse a cabo.  Sobre estas personas, que en general habitan zonas rurales y andan ya suficientemente atareadas gestionando su supervivencia, resolviendo cómo afrontar su presente y su futuro ante la inminente inundación de las tierras donde estaban asentados, casi siempre acosados por la presencia de grupos armados en sus territorios, es sobre quienes además hoy recae la carga de mantener abierto un debate que, en rigor, nos correspondería dar a todos los ciudadanos y no sólo a los directamente afectados por el proyecto.  Abrir estos espacios de discusión ha representado para estas personas no sólo un costo extraordinario en términos de tiempo, energías y recursos económicos, sino también en términos de vidas humanas.  Por levantar la voz contra el proyecto Urrá I fueron asesinados Kimy Pernía y Lucindo Domicó, dos importantes líderes de la comunidad embera del Alto Sinú.
Un trabajo como Adiós Río lleva a preguntarnos, finalmente, sobre el papel que le corresponde desempeñar a la academia y a la universidad en el debate público sobre las consecuencias de los megaproyectos.  Esta obra muestra la importancia de la investigación social para incrementar el conocimiento disponible sobre las consecuencias perniciosas de poner en marcha megaproyectos de alto impacto sin tomarse en serio la voz de la población directamente afectada; sobre los efectos lesivos que tiene para todos la manera arrogante e irreflexiva con la que a veces se imponen decisiones en nombre del “interés general”.  Pero al leerla en el momento actual, cuando avanza en nuestro país y, en particular en nuestra región, la construcción de otros proyectos hidroeléctricos similares a Urrá, es inevitable preguntarse si el lugar de los académicos en este debate ha de limitarse a observar la marcha de los acontecimientos y luego registrar a posteriori las consecuencias que traiga consigo la ejecución de este tipo de proyectos, o si además le corresponde a la universidad asumir un papel más pro-activo en el debate público sobre las consecuencias sociales, ambientales y económicas de este tipo de proyectos y sobre la manera más adecuada y equitativa de compensar sus impactos.  Un papel que, en definitiva, no deje a las poblaciones rurales afectadas por estos proyectos, como los únicos y casi siempre solitarios promotores de un debate que nos concierne a todos.
Quienes suscribimos esta comunicación creemos que el rol de los académicos y de la universidad como institución consiste en contribuir al aumento y difusión del conocimiento disponible, de modo tal que éste contribuya a elevar la calidad de los debates públicos y, en definitiva, pueda ser utilizado por los demás actores – gobierno, empresas, sociedad civil – en la solución de los problemas y necesidades sociales.  Por eso encontramos razones para el optimismo cuando en el Plan de Desarrollo “Antioquia, la más educada”, sitúa a la educación como motor de la transformación del departamento, tanto en el sentido de procurar el aumento de la cobertura y calidad de la educación, como en el de desarrollar su programa de gobierno “de la mano del sector educativo”.  Muchas de sus intervenciones públicas como Gobernador, así como las de miembros de su gabinete, destacan la importancia de promover un diálogo permanente entre universidad, gobierno y sociedad.
Asimismo, nos alienta encontrar que dentro de los principios fundamentales de su administración, contenidos en el Plan de Desarrollo, se incluye el respeto por la deliberación pública, al señalar que esta es fundamental para el fortalecimiento de una sociedad abierta, pluralista y democrática” y declarar, a renglón seguido, que “somos un movimiento que respeta la divergencia, no acalla por ningún medio la opinión diferente y procura un debate constructivo sin oponerse ni atacar a personas o grupos específicos”.  En ese orden de ideas, hace expreso su compromiso con la participación ciudadana, al declarar que “la participación del mayor número de personas y agentes sociales en procesos abiertos y permanentes de transformación social contribuye a la cooperación, el aprendizaje colectivo y la acumulación de conocimiento y experiencias. Somos un movimiento que promueve la construcción colectiva de los proyectos sociales y políticos, así como de la gestión pública”.   Finalmente, es clara su defensa de la prevalencia del bien común y del interés general, definidos en el Plan de Desarrollo “como el interés de todas las personas y no de algunas, y ni siquiera como el de la mayoría, pues agentes políticos y gobernantes deben mantener igual consideración por cada ciudadano y ciudadana”[2].
 
Sobre la base de estas consideraciones, queremos formularle algunas inquietudes respecto al manejo que se viene dando al conflicto socioambiental que ha generado la construcción de la hidroeléctrica HIDROITUANGO y sobre el papel que corresponde desempeñar a los académicos de la región y del país en general en el debate público sobre una obra que en el Plan de Desarrollo se califica como de importancia estratégica para la región y el país.  Si bien Empresas Públicas de Medellín – EPM, es la entidad ejecutora del proyecto, nos dirigimos a Usted dado que el departamento es el principal accionista de la Sociedad Hidroituango S. A., que es la entidad impulsadora y responsable del proyecto.
En las últimas semanas nos hemos enterado, principalmente a través de las redes sociales y por su presencia durante varios días en el campus de la Universidad de Antioquia, de la movilización de centenares de campesinos, pescadores, barequeros y mineros artesanales provenientes de los municipios del norte de Antioquia donde se localiza el proyecto.  Ellos plantean reparos tanto frente a la construcción de la hidroeléctrica, como sobre la forma en que se han determinado los impactos sociales y ambientales del proyecto y a las medidas implementadas para prevenirlos, mitigarlos y compensarlos.  A través de su movilización, la población afectada por el proyecto Hidroituango pretende abrir espacios para una deliberación pública, de alcance regional y nacional, sobre si realmente el “bien común” y el “interés general” coincide con el interés en la construcción de la represa y sobre la manera en que deben distribuirse de manera equitativa las cargas que origina la realización de proyectos de desarrollo.   Y aunque quienes suscribimos esta comunicación no disponemos aún de los elementos de juicio suficientes para mediar en la discusión, sí coincidimos en afirmar que, a la vista de las lecciones que dejó la experiencia de Urrá, el debate que hoy proponen los afectados por el proyecto Hidroituango es socialmente necesario y en modo alguno puede calificarse como fuera de lugar o no recibir la atención necesaria.
En ese orden de ideas, y en ejercicio del derecho de petición de informaciones, nos permitimos formularle las siguientes inquietudes:
  1. ¿Qué espacios de deliberación pública y de participación ciudadana ha abierto hasta el momento o se propone abrir en el futuro próximo la Gobernación de Antioquia, para reflexionar sobre los impactos sociales, ambientales y económicos del proyecto Hidroituango en el ámbito local y regional y sobre la manera de prevenir, mitigar y compensar dichos impactos?
  1. Dado que comunidades afectadas por el proyecto se encuentran en este momento en la ciudad de Medellín ¿cómo está protegiendo la Gobernación de Antioquia el ejercicio de su derecho a la participación, a la protesta pacífica y facilitando la implementación de esos procesos participativos?
  1. ¿Cómo se ha concebido por parte de la Gobernación de Antioquia la participación de los académicos en este debate público?, en particular, ¿qué canales se han dispuesto para promover la participación de la universidad en este debate?
  1. ¿Cómo ha participado la Gobernación en los espacios de debate propuestos por las comunidades afectadas?
  1. Es por muchos conocida la agudeza del conflicto armado en la zona de construcción de Hidroituango ¿Qué medidas se han tomado para garantizar la participación, deliberación e incluso oposición al proyecto en medio de estas circunstancias?
Queremos manifestar además nuestra entera disposición a contribuir con este debate desde los saberes específicos que constituyen nuestro objeto de investigación. Esperamos que, a diferencia de lo ocurrido en el caso Urrá, la labor de la academia no se limite a dar testimonio a posteriori de los errores cometidos sino que en este caso tengamos la oportunidad de participar en el debate sobre la mejor manera de evitar que estos errores vuelvan a cometerse.
Estamos atentos a su respuesta, que puede dirigir a las direcciones electrónicas que aparecen al lado de nuestros nombres.
Atentamente,
ver lista de profesores

[1] El libro puede descargarse en el siguiente vínculo: http://www.dejusticia.org/index.php?modo=interna&tema=antidiscriminacion&publicacion=1288 La columna de María Teresa Ronderos puede leerse en:  http://www.elespectador.com/opinion/columna-410403-urra-y-el-tan-mentado-interes-general
[2] Documento consultado en:http://antioquia.gov.co/Plan_de_desarrollo_2012_2015/PDD_FINAL/PDD_FINAL/3_Fundamentos.pdf (las citas fueron tomadas de la pág. 3, principios 3, 4 y 7).