Comunicado público de ASOMITUANGO

Acorralados, estigmatizados y despojados, así estamos los mineros y mineras afectados por el proyecto HIDROITUANGO.

Son muchos los tipos de mineros y mineras que ha tenido y tiene hoy el Rio Cauca: Permanentes, ocasionales, que viven en la ribera del rio o que se desplazan a trabajar desde diferentes sitios, los que van y vienen sin tiempo o lugar del rio fijos, los que fueron desplazados por la violencia y regresan cuando sienten que las condiciones de seguridad han mejorado; en fin un sin número de particularidades propias de una actividad económica artesanal, espontanea y libre.
Esta singularidades no han sido tenidas en cuenta por el proyecto hidroeléctrico HIDROITUANGO, más bien han servido para señalarnos y estigmatizarnos poniendo en riesgo nuestras vidas.  La primera vez que sentimos este señalamiento fue cuando el representante del las comunidades ante la comisión tripartita, el señor Rafael Mazo, nos invitó sin razón aparente a una reunión el día 10 de octubre de 2010 que hizo el Ejército Nacional en el Hogar Juvenil del municipio de San Andrés de Cuerquia, para que los cultivadores de coca reemplazaran estos cultivos, nunca supimos que teníamos que ver con el asunto y así lo expusimos en este espacio.  Después con insistencia se nos ha dicho que somos invasores, perturbadores y avivatos a pesar de vivir del rio toda una vida, nada más por el hecho de no aparecer en un censo que no tuvo en cuenta las particularidades de la vida minera, un censo que desconoce esta zona.
Desde el mes de noviembre se sintió la inquietud por los registros realizados en la ribera del rio, ahora sabemos que por los juzgados y administraciones de la zona, en ese momento nadie nos quiso informar de que se trataba, los funcionarios no portaban carnet que los identificara, ni quisieron dar sus nombres; ASOMITUANGO le envió una carta a HIDROITUANGO pero no se recibió respuesta (Radicado el 25 de noviembre de 2010), como en todo lo relacionado con este proyecto que nos ha cambiado la vida, la desinformación ha estado en el primer lugar, al parecer sólo unos pocos privilegiados supieron cuando se hicieron los censos, el resto no sabemos que hacer, ni como funcionan estos procesos. Se nos engaña, vamos de un lado para otro sin nada claro, prueba de ello fue que el 16 marzo de 2010 entregaron los carnet en San Andes de Cuerquia, antes de esto se hizo una reunión en la que Elba Mary Londoño indico que aproximadamente en el mes de junio se volvía a abrir el libro para las personas que no se encontraban cuando se hizo el censo en el lugar de trabajo, se inscribieran; pocos meses después la misma Elba Mary insistía en que no se realizarían, por ningún motivo, nuevos censos.
Algunos de los mineros y mineras escribieron a Hidroituango solicitando ser incluidos en el censo, la respuesta, descarada ante la realidad que vivimos, fue que Hidroituango había encontrado que no salíamos afectados por el proyecto. Además Elba Mary Londoño presiono a un arenero recocido de la zona para que firmara documentos sin conocerlos, los engaños y malos tratos no han parado.
El miedo nos invade, como no nos han explicado nada de este proyecto algunos de los mineros no quisieron ser censados en su momento, el difícil orden público de la zona implicaba tener cuidado con todo, desconfiar de todo, pues se podía resultar involucrado en otras situaciones de peligro, otra de las mineras no quisieron censarla por ser mujer, le preguntaron por su esposo y no pudo obtener el carnet.
Estamos tratamos de organizarnos y los funcionaros no pierden oportunidad para desestimular y señalar nuestra asociación, el Operador Social afirma que no hay ninguna razón para conformar asociaciones u otro tipo de organizaciones que nos representen, pues se insiste en que las negociaciones son individuales, lo que es a todas luces una desventaja para nosotros que no sabemos de este tipo de proyectos.
Después de los registros se sintió en la zona la llegada de hombres de seguridad privada y de cada vez más Ejercito que impedía el libre tránsito por el sector, hombres que insistían en que “si salían no podían volver a entrar” esto a despojado, antes de todo tipo de negociación o indemnización a la comunidad minera, de toda posibilidad de laborar en el rio.  Al poco tiempo (16 de diciembre) comenzaron los desalojos, con la quema de ranchos, el destrozo de mangueras y el corte de las garruchas que comunicaba las playas de lado a lado, han despojado alrededor de 24 mineros y mineras, al respecto se interpuso una tutela pues se violaron nuestros derechos al debido proceso.  El corte de las garruchas impide el ingreso de alimentos y medicinas a algunos de los sectores, esto se ha repetido en varias ocasiones por la fuerza pública, además de ser una evidente presión para el desalojo.
Desde el día 25 de enero la alcaldía del municipio de Briceño emitió una resolución en la que despojan alrededor de 150 mineros y mineras, y aunque muchos de los notificados ya presentaron recurso de reposición se han destruido 18 ranchos aproximadamente. Nuevamente el desconocimiento de las condiciones de nuestro trabajo, de nuestra actividad económica saltan a la vista, así como el atropello del que somos víctimas, se nos trata de perturbadores cuando ha sido el proyecto Hidroituango el que ha perturbado nuestras vidas, el que nos escoge con lupa para saber quién es y quien no es minero, cuando antes el rio era de todos y todos podíamos sacar oro si la naturaleza nos lo permitía, nos preguntamos una y otra vez ¿Qué es lo que estamos perturbando? ¿A quién o a quienes estamos perturbando o haciendo daño con nuestro humilde trabajo? ¿Será que el rio prefiere lo que le están haciendo a que nosotros le saquemos con nuestras manos algunas onzas de oro? ¿Quiénes son los perturbadores?
Se nos engaña, persigue y ahora despoja de la forma de vida que por generaciones nos ha dado la comida. Ahora se nos pide que nos escondamos por que las explosiones que se realizan en la construcción de las vías nos pueden afectar, entonces ¿cuando trabajamos? ¿Por cuánto tiempo tendremos que estar escondidos?
Nos han puesto a unos en contra de otros, Hidroituango cita a reuniones en las que las que señala que depende de unos, de sus declaraciones en contra de otros, su indemnización, obviamente la palabra de los “carnetizados” o sea los censados, pesa más que la de los demás.

El lunes 31 de enero y el martes 1 de febrero de 2011 se presentaron fumigaciones aéreas en la ribera del rio, desde ese momento varias personas han salido intoxicadas, las diarreas, vómitos, dolor de cabeza han sido constantes en las comunidades, no se nos aviso de esta medida para tomar medidas preventivas y no consumir las aguas de la zona.  Además en la rivera del Rio Cauca no existen estos cultivos, no obstante, se fumigaron cultivos yuca, plátano, café, maíz, frijol, garbanzo, caña y al ganado y las personas de la zona


ASOMITUANGO
 Asociación de Pequeños Mineros afectados por el Proyecto Hidroituango

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